martes, 11 de julio de 2017

De Parchís al Ska

                                                                     Madness

Ya estoy de vuelta aquí. Merece la pena dejar por aquí a modo de cajón desastre lo que me voy encontrando, lo que llega a mis oídos o veo. No prometo que sea del gusto de todos, pero quizás alguna agradable sorpresa os podéis llevar. ;-)

Las caminos de Youtube son inexcrutables, pero supongo que ya lo sabrá más de uno. Estaba viendo algunos vídeos de Parchís, sísí, el grupo infantil. Ahora están promocionando un proyecto de documental sobre la vida de aquellos 5 chicos que se encontraron con la fama de sopetón.

El vídeo en cuestión es éste (las coreografías son la leche).



Y depués del hallazgo infantil, que mira que he visto y escuchado canciones de Parchís, pero éste vídeo no lo conocía... voy a parar a un vídeo del grandísimo Raphael, donde reza en el título, que es pionero del ska en español. ¿¿Cómo?? Lo pongo, y aunque es una mezcla rara de ska, la letra y sobre todo su interpretración me encanta. Este hombre tiene un magnetismo en el escenario como pocos.


Ah sí. Ya recuerdo, buscaba actuaciones de Rudy Ventura, el padre de Yolanda, la ficha amarilla. Rudy Ventura fue un famoso trompetista español. Fui a parar a un vídeo suyo interpretando "La canción del trabajo", que es la que que canta a su vez Raphael en el vídeo anterior. Por cierto, la letra que viene a decir que el trabajo dignifica, es algo que intento a toda costa de hacer lo contrario, qué puta condena joer, trabajar lo menos posible, ¡pero no hay manera oye!

Pero a lo que iba, y éste es el vídeo que ya me ha animado a unir en un pot estos tres vídeos. Los Dionys, un dúo de venezolanos que me salen por arte de biribirloque youtubero como sugerencias de ska en español. Al loro con la interpretación, la coreografía... ¡qué personajes!


 
 
El Ska, nació en los años cincuenta y se empezó a popularizar en los sesenta. Después vino el Rocksteady y el popular Reggae. Todos estos ritmos vienen de Jamaica, salieron con la unica intención de desmarcarse del rock and roll de Estados Unidos, de tener su propia música moderna. Ahí va un ejemplo de los sesenta con Jimmy Cliff y compañía. Y eso es todo amigos.
 

miércoles, 3 de febrero de 2016

Cuando la niebla baja, la inspiración sube

Rosenlaui

Hoy la niebla, las nubes cargadas con nieve mejor dicho, están bajando. Desde las cumbres hasta el lago de Brienz. El agua  está revuelta. Lo que  hace millones de años, o cientos de miles, qué más da, fue un gran glaciar, el Brienzersee y el Thunnersee. Si lo miras con un poco de imaginación e ignoras las pedazo de montañas que tienes enfrente, podrías creer que es la Costa Brava en un día de lluvia. Pero no, estoy en el Berner Oberland, tal vez una de las zonas más duras  de Suiza junto con Graubünden  (Los Grisones), la zona del este de Suiza, donde se situa la historia original de Heidi. El clima, la vegetación, todo más áspero.

Suiza la puedes abarcar fácilmente haciendo excursiones de un día a cada extremo del mapa desde donde vivo. Lo más que vas a hacer son 250 kms de camino. Siempre recomiendo reservar un billete especial que puedes pedir en tu gemeinde (ayuntamiento) para viajar por toda Suiza, todo lo que te de tiempo por 35 francos. Y creedme, puedes ver mucho en un día cogiendo un tren tras otro a lo Phileas Fogg. Así es como conocí los Grisones y gran parte de le Suisse Romande.

Otra experiencia es ir al Ticino, el Tessin, el cantón de habla italiana. En mayo, cuando por lo general abren el paso del Grimsel, un paso histórico donde los haya, puedes desde donde vivo plantarte en el Ticino dejando atrás un día frío, lluvioso y gris aquí en el Berner Oberland, para encontrarte un día cálido, soleado, casi para bañarte en uno de sus lagos más emblemáticos, el lago Maggiore. El contraste del clima a un lado y otro de los Alpes es bestial. Las flores, las palmeras, los paseos, más propios del país vecino, Italia. Pero no, no se te ocurra comer en el Ticino más allá de las 22:30, en ningún restaurante te darán de comer. Ya cerraron la cocina, y el siguiente paso es tomar unas copas, pero no por mucho tiempo. Se recogen pronto, muy pronto, como en el resto de Suiza. Esto me pasó en Ascona, en Lugano también. Qué le vamos a hacer.  

El primer año viví en Fribourg, en la frontera entre la parte francesa y la parte alemana. Allí las dos lenguas cohabitan  como si fuera lo más normal del mundo. Con el paso del tiempo me di cuenta que no era exactamente así. A los suizos de la parte francesa no  les gusta hablar el alemán, aunque lo estudien en la escuela, y lo mismo pasa con los suizos de la parte alemana, tienen conocimientos de francés por lo que aprendieron en la escuela, pero por lo general, no les gusta hablarlo. Eso sí, tanto unos como otros tienen más simpatía o  sintonía de chapurrear el italiano, otro de los idiomas oficiales del país. ¿Curioso no? 

Lo más gracioso es que nada más llegar a Suiza empecé a escuchar casi más árabe que francés, por  mis compañeros que eran casi todos tunecinos y algunos portugueses. Uno de ellos era brasileño, me hablaba en español pero con acento de andaluz, ozú. Lo más gracioso que he visto en mucho tiempo. Todo porque vivió tres años en Sevilla.  Me contó una anécdota muy graciosa que tuvo con su jefa una vez que no pudo ir al trabajo:

Brasileño: Jefa, que hoy  no puedo ir al trabajo.

Jefa: ¿Qué te pasa?
Brasileño: Esto que...que me he levantao  cachondo.

Confundió chungo con cachondo. ¡Estas cosas pasan!

De Fribourg recuerdo su gente amable, los clientes te ofrecían café y pastitas, preguntaban por tí, de dónde venías, cosas así. El altstad (el centro histórico) es digno de visitar, impresionante con el serpenteante rio Sarine. O el gran balcón, el que separa la parte nueva de la ciudad con la vieja. La Catedral, espectacular. Mi primer barbero era un italiano que tenía una pequeña barbería en el corazón de la antigua ciudad medieval. Lo bueno de Fribourg era que estaba a medio camino de ciudades tan importantes como Berna, la capital, o Lausanne, una de las ciudades con más movimiento del país. Pero no tienen desperdicio Vevey, que junto a Montreux, Geneve y Lausanne están situadas a orillas del lago Leman. Puedo decir sin temor a equivocarme, que el atardecer más espectacular que he visto en mi vida ha sido en Montreux, teniendo de compañero de excepción  a la famosa estatua de Freddie Mercury.


 Montreux
Berna, como decía, es la capital de Suiza. Los primeros tres meses que viví a pocos kilometros de allá, en Bremgarten, me recorrí toda la ciudad escudriñando todas y cada una de sus calles, sus callejones, parques y paseos. Encontrarse en una ciudad tan bonita más solo que la una resulta extraño.

De otras grandes ciudades no puedo opinar gran cosa. Geneve siempre la dejo de lado porque siempre  voy allá de paso, a dejar o a recojer a alguien al aeropuerto, o para ir a España o volviendo de ella, pasando de largo. Un par de veces me  metí en la ciudad pero nunca para intentar conocerla a fondo. Lo mismo me pasa  con Basel. He estado en su aeropuerto muchas veces, en sus estaciones de tren, en sus alrededores, pero nunca me he tomado el tiempo para conocerla. Ahí queda pendiente. Aunque todos me dicen que por lo general es bastante fea. Zurich la conozco un poco mejor, se puede decir que tiene cosas bonitas, pero también estresantes como la cantidad de tranvías que circulan a la vez por el centro, la prisa que  meten a los peatones en los pasos de cebra...eso sí, la oferta de cosas para hacer o ver es mucho más amplia siendo una gran urbe. Visitar sí, vivir allí ni de coña. 

Luzern ( Lucerna), es la ciudad más cercana que me queda desde donde vivo, a 50 kms. Es una de las ciudades más turísticas, a los pies de los Alpes Suizos, con el lago de los cuatro cantones espectaular. La vista desde su montaña más emblemática, el Pilatus, es sencillamente genial. Eso sí, prepara previo pago alrededor de los 70 francos para subir durante casi media hora en teleférica hasta la cima.




 Monte Pilatus y lago de los cuatro cantones.

Pero si pienso en lo más cercano, sin salir del Berner Oberland. Puedo decir que Thun es una ciudad digna de visitar, para nada estresante y con más cosas que hacer. Interlaken por ejemplo, que me queda a 15 minutos, conocida internacionalmente por ser la conexión con una de las atracciones más populares del país y de Europa, subir al JungFrau. Aunque  no paren de ir y de venir turistas, es una ciudad pueblo. Puedes encontrarte fácilmente a mucha gente que conoces de la región. Cualquiera de las direcciones que tomes desde Interlaken tienen sitios bonitos para ver, pero sigue estando sitiada entre montañas, ese micromundo, donde parece que todo lo que pasa en el resto del mundo queda lejos, como si nos cobijaran las montañas de lo de fuera, o nos engulleran, si lo miras de otra manera.

 Grosse Scheidegg

Vivir rodeado de lagos, cataratas, glaciares por los que puedes pasear (todavía), rincones donde la naturaleza te  abruma, pero te falta algo. Al extranjero, y más a un español, le falta algo, lo sabes perfectamente cuando llevas varios años viviendo entre las grandes montañas. Y es ahí donde quiero ir a parar con todo este viaje contado por Suiza. La perspectiva cambia, y cuando crees que sacas más cosas en claro, que las sacas, se te agolpan muchas otras dudas y preguntas. Y así como una rueda de hamsters sin fin. 

Es la hora de comer y no para de llover. Voy a los fogones esperando que al menos caiga una buena nevada para luego poder esquiar. Habrá que adaptarse a el tiempo, igual que con todo.




domingo, 18 de octubre de 2015

Humble Pie, la primera banda de Heavy Metal


Los sesenta quedaron atrás, Steve  Marriot, el guitarrista, cantante y líder de los Small Faces deja el grupo y se enrrola en otro supergrupo, The Humblie Pie, con Peter Frampton y otros dos músicos reconocidos en sus anteriores grupos. Durante 1969, John Peel de la BBC presentó oficialmente a Humble Pie como la primera banda Heavy Metal,  por su volumen en sus interpretaciones, su densidad... haciendo un blues-rock, el boogie, folk-rock, country-rock y el hard rock.


Se dice que en su momento los Rolling Stones tantearon a Steve Marriot para incorporarlo como segundo guitarrista de la formación. No le faltaban cualidades para dar la talla, el problema es que además de ser un excelente guitarrita, era demasiado buen frontman, demasiada personalidad no era bueno para los egos de Keith y Mick. En su lugar ya sabéis a quién pusieron, un crack sí, pero Steve era mucho Steve.  Marriot tuvo un final trágico en el 91, autoincendiando su casa y muriendo sin remedio en ella, todo por la dichosa manía de fumar en la cama. Tenía 44 años.


martes, 13 de octubre de 2015

Ljubliana & The Seawolf, good vibrations amigos

La fuente no para de dar agua al sediento de cosas nuevas, nuevas propuestas. Xarim Aresté los ha recomendado. Uno de mis descubrimientos más potentes, porque ni lo conocía un servidor, ni lo conocía casi nadie, salvo sus amigos cuando empecé a escuchar sus discos autoeditados. Fue apabullante ver su talento y versatibilidad. Ahora gracias al de Flix, descubro a Ljubliana & The Seawolf, un grupo de chicos de Barcelona, ¿o rodalíes? No me ha quedado claro, lo único que sé es que entiendo porque le encantan a Xarim, son muy buenos, se nota que disfrutan tocando. Son originales, pero además de eso se vislumbra mucho trabajo y dedicación para sonar así de bien. Si estuviera viviendo todavía en Mataró, fijo que iba a su próximo bolo en Tiana. Intuyo que sus conciertos deben ser únicos, toda una experiencia, y que al igual que Xarim y sus Pomelos, son humildes una vez bajan del escenario. Estoy seguro que en el futuro oiré hablar mucho y bien  de ellos.


domingo, 11 de octubre de 2015

Otoño en Brienz













Dejo que las fotos hablen por sí solas.

 Conocí el Berner Oberland precisamente en esta estación, en otoño. Sigue siendo apabullante tana gama de colores en las montañas, el lago, las flores... demasiado postalesco. Ayer recibí un flyer del SVP, el partido de la ultraderecha de aquí de Suiza, que es uno de los más fuertes del país. Vienen a decir que en el 2030 se prevee que hayan 10 millones de ausländers, de extranjeros en Suiza. Ahora hay 8,2 millones. Se preguntan, le preguntan a los suizos vaya, si eso es realmente lo que quieren. Como podéis ver, en todos lados cuecen habas, el populismo siempre funciona.

La región donde vivo sufre por la disminución de la población,  poco a poco se van mudando a ciudades más grandes. Siguen necesitando a gente de fuera, y vienen a decir que no nos necesitan. Valiente demagogia.

Caro Diario - Isole

Nanni Moretti rodó aquella película medio documental medio ficción en el 93, onírica por sus reflexiones y anhelos. Se llamaba Caro Diario. En la misma película se preguntaba qué filmar en mitad de una serie de pruebas que le hacían los médicos para determinar qué tipo de dolencia tenía. El hombre se puso a filmar y a hablar de sus obsesiones, lo mejor que sabía hacer mientras esperaba lo resultados médicos. Nos invitó a conocer rincones de la Roma menos turística, a veces olvidada, o a recorrer el archipielago de pequeñas islas que tiene Italia, entre ellas la famosa Strómboli, acompañado de un amigo suyo guionista que odia la televisión pero está enganchado curiosamente a un culebrón. Un mundo raro el de Moretti, algo nostálgico también, pero que despierta más de una sonrisa con sus ocurrencias. Dentro de ese cóctel de escenas variopintas dejó esta secuencia donde la realidad se convierte en una fantasía gracias al objetivo de la cámara. Ahí queda para esta tarde de domingo.

Cowboy de Medianoche



Hoy me vino a la mente la película Cowboy de Medianoche. El inconsciente te hace recordar cosas ya vistas y asmiladas, de las que años después puedes sacar nuevas reflexiones. Cuenta la historia de Joe Buck (John Voight), un joven chicarrón del oeste que se muda a la gran manzana con aspiraciones de comerse el mundo haciendo uso de sus artes amatorias. Nueva York puede ofrecerle grandes oportunidades como gigoló. La  vida en la gran ciudad, una vida dura y a veces cruel, hace disipar sus delirios de grandeza pronto. Con la ayuda de Ratso (Dustin Hoffman), un ladronzuelo de poca monta, intenta sobrevivir a una realidad que le hace poner lo pies en el suelo de golpe.

La película es tremenda, con un desenlace para mí inesperado, que te deja con el corazón en un puño, pero con una ventanita a la esperanza. Joe ya no es el chico de  sonrisa perenne, ha visto lo desagradable de la vida, ya sabe lo que quiere y lo que no, e irá en busca de ello con ilusión sí, pero con más aplomo por la vida.

Y esa es la reflexión que me vino a la cabeza, que todos somos un poco como un cowboy de medianoche, enfrentándonos al mundo, lidiando con los avatares de la vida, pero siempre y a pesar de ello, buscando la felicidad.


La canción principal de la película es "Everybody´s Talkin" del gran Harry Nilsson. Creo que  la única canción que pedí por la radio que pusieran fue ésta. ¡Por algo será!